Haber cumplido un año significó mucho para mí, porque me demostró que efectivamente hay interés por aprender de Vino en México. Hay gente que sabe mucho y que está inmersa en la cultura del Vino pero habemos muchos más, que hemos ido aprendiendo poco a poco, a través de nuestro paladar y de atrevernos a experimentar para encontrar el mejor Vino.
Me llena de alegría cuando me dicen: “Cada que llego a la tienda, abro mi celular para ver tus recomendaciones”, “el TIP de cómo maridar Quesos y Vino me sirvió muchísimo”. Durante este año, aprendí mucho sobre Vino pero aún más sobre la sed que hay por conocimientos prácticos. Explicar cosas tan complejas como el terroir o la producción de Vinos Espumosos en palabras sencillas es un gran reto. Sería más fácil copiar la teoría compleja de los libros, o citar a las personas que hablan con palabras rebuscadas pero mi compromiso contigo es el contenido sea digerible.
Al encontrarme con personas apasionadas por saber más, lo que me dicen es:
“Me tomé un vino buenísimo, estábamos en tal lugar, y pedimos de comer este platillo, el Vino que escogí o me recomendaron fue (nombre del Vino) y quedó increíble el maridaje.”
Con esto compruebo que lo más importante de tomar un Vino, ni siquiera es qué diga la etiqueta ni cuánto cuesta sino la experiencia que vives con él: No es lo mismo tomarte un Vino en un restaurante lleno de ruido y que sólo te toque una probadita, que tomarte un Vino en un lugar increíble, con tu pareja, o tus amigos, combinado con la comida correcta y que alguien te platique porqué sabe así y cuál fue la intención detrás de crear este Vino y/o platillo y el maridaje.
Comencé este segundo año, con una nueva oferta de experiencias de Vino personalizadas y memorables. Jaime González me invitó a colaborar en un evento suyo, dónde los invitados pudieron “vivir el Vino” de distintas maneras:
- Primero las mujeres participaron en un pisado de uvas, se vistieron de blanco y y disfrutaron la experiencia al ritmo de un tableado.
- Después los invitados, guíados por la reconocida enóloga Natalia López Mota crearon su propio vino: primero cataron Vinos mono-varietales de Cuna de Tierra y decidieron cómo querían hacer su mezcla, con instrumentos que normalmente utilizan los enólogos para elaborar Vinos, hicieron cálculos, pruebas y diferentes versiones, hasta quedar muy contentos con su propia creación. Cada quién pudo etiquetar su Vino, ponerle nombre y qué proporción eligió para su mezcla. Los invitados salieron felices con sus botellas pero más aún con la experiencia de Crear su propio Vino.
Ver el interés que despertaron estas activdades, y el hecho de que no quedara ni una gota de Vino sin utilizarse para las mezclas, me confirma que el Vino no sólo se bebe, se vive.
Quiero que me platiques con quién quieres compartir una experiencia de Vino para poder guiarte y que todos queden encantados, que prueben los mejores vinos y sea un recuerdo inolvidable.
Muchas gracias por ser parte del primer año de Cava de Blanca. ¡salud! por que vengan muchos más…
Da Clik aquí para conocer sobre los eventos que puedo ofrecerte: http://www.cavadelmundo.com
La idea de crear su vino, fue inspirada de cuando yo hice el mío en el evento de Campo Viejo Create your Wine
Fotos de: Carlos Díaz Corona, propiedad de González Helfon