¿Qué pasa cuando los sommeliers se vuelven chefs? Desintegrar una receta y analizarla a detalle es lo que puede lograr un maridaje perfecto. En el evento de Chateau Domecq de hace un par de semanas viví una experiencia distinta a todas las anteriores pues me pusieron a cocinar mi propia cena maridaje.
Al llegar a Menjant en Polanco, teníamos frente a nosotros filipina de chef y toda una estación preparada para trabajar en equipo y cocinar una cena de tres tiempos que después acompañaría a los Vinos de Domecq ganadores de medallas en el concurso mundial de Bruselas.
A mi equipo se le dividió en tres y así cada pequeño grupo podría trabajar sobre uno de los platillos. Normalmente soy más repostera, pero en esta ocasión elegí el plato fuerte. El menú era el siguiente:
- Chateau Domecq Blanco 2015 con Tostada de atún deconstruida y chimichurri estilo oriental. Desde que comenzaron a picar el cilantro, el olor que se generó en la cocina abrió nuestro apetito. En conjunto con la cebolla y el aceite de oliva se creó la salsita chimichurri. Pero fue el puré de aguacate lo que complementó la untuosidad del vino, elaborado con uvas Chardonnay y Viogner. Con aromas a cítricos y algunas flores blancas, Chateau Domecq Blanco, fue la combinación ideal para este platillo de entrada.
- Chateau Domecq Tinto 2010 con Rollo de Rib Eye y queso bellavitano, zanahorias cambray y reducción de balsámico sobre puré de hinojo. Siempre había visto el hinojo como una especia que se vende en un botecito. La experiencia de cortarlo y hacer con él un puré cambió por completo mi percepción pues resultó súper aromático. Además, la cocina se llenó del perfume que generó la preparación de la reducción de balsámico. Ambos elementos resultaron claves al momento del maridaje, pues las notas herbales y especiadas son características de Chateau Domecq: De uvas Cabernet Sauvignon, Merlot y Nebbiolo, éste es un Vino que se caracteriza por su complejidad, es de ataque medio, taninos aterciopelados y final largo.
- Reserva Real 2012 con Volcán de chocolate semi amargo y helado de vainilla. La combinación de uvas Barbera y Cabernet Sauvignon logra un vino con notas a torrefactos como chocolate; vainilla y coco además de frutos rojos. Este Volcán fue el maridaje perfecto para armonizar el vino pues tenía un centro líquido que complementaba los taninos dulces del Vino.
El hecho de que el chef de Menjant y el enólogo de las bodegas Alberto Verdeja, quien lleva 17 años trabajando en Domecq, trabajaran en conjunto para encontrar el menú ideal que combinara con los Vinos galardonados resultó en un maridaje perfecto.
El Concours Mondial de Bruxelles, se llevó a cabo en el mes de junio en la ciudad búlgara de Plovdiv, dónde se presentaron más de 9,000 vinos procedentes de alrededor de 50 países. Château Domecq Tinto y Château Domecq Blanco, fueron premiados con medalla de plata.
Gracias por una experiencia diferente que se tradujo en un maridaje perfecto, como siempre lo digo, el chiste es probar distintas combinaciones hasta encontrar el mejor Vino para armonizar tus platillos.